El mantenimiento preventivo y la seguridad vial

Uno de los factores fundamentales en la búsqueda de una mayor seguridad vial sobre tu moto es el mantenimiento preventivo. ¿Y qué es el mantenimiento preventivo? Pues algo muy sencillo. Son todas aquellas tareas de mantenimiento que realizamos sobre nuestra moto y que sirven para mantenerla en perfecto estado de funcionamiento.

 

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Por tu seguridad y por la integridad mecánica de tu moto, Canariasenmoto.com recomienda hacer todas las revisiones en los talleres oficiales de la marca, o por lo menos en aquellos que estén legalizados (dados de alta como tal), y nunca en establecimientos clandestinos o de dudosa reputación.

 

El mantenimiento preventivo da como resultado dos beneficios. El primero, que minimizamos las posibilidades de que nuestra moto sufra una avería y nos deje tirados. Y el segundo, mantener las prestaciones y los sistemas de protección con las que fueron diseñadas en su origen.

 

 

 

Cuando compramos una moto, el fabricante nos facilita un libro denominado libro de mantenimiento en el que aparecen detalladas las tareas que tenemos que realizarle y cada cuántos kilómetros con el fin de mantenerla en perfecto estado de funcionamiento.

 

Más o menos todo el mundo lleva esta labor a raja tabla durante el periodo de garantía. Queremos estar cubiertos si le ocurre algo y evitar que la marca se lave las manos frente a una avería. Pero después de que haya caducado, solemos relajarnos bastante dejando de lado algunas tareas bastante importantes.

 

El cambio de aceite y filtros suele realizarlo todo el mundo cuando es necesario aunque hay que recordar que esta labor se debe hacer siguiendo dos parámetros: kilómetros o tiempo. Los fabricantes especifican que el vehículo debe cambiar el aceite, dependiendo del motor, entre unos 5.000 y unos 15.000 kilómetros. Pero a la vez también dicen que al menos, una vez al año, habrá que hacerlo si no se llegan a esos kilómetros. ¡No lo olvides!

 

El cambio de los filtros, tanto de gasolina o de aire también es algo que se suele realizar en tiempo. Y es una pieza que tiene un coste muy bajo como para dejarlo sin cambiar.

 

Sin embargo otras operaciones de mantenimiento que se deben realizar en periodos más largos, o no, dependiendo del tipo de conducción, es bastante sencillo que se dejen de lado cuando influyen bastante en elementos importantes. Por ejemplo, el liquido del radiador. Kit de trasmisión. O las pastillas y el líquido de frenos. Las bujías. Los neumáticos. Todos ellos tienen una fecha de caducidad a partir de la cual ya no ofrecen las mismas prestaciones que cuando se encuentran nuevos.

 

Fallos en la refrigeración, o lo que es peor, un menor rendimiento en el sistema de frenos puede ser la consecuencia de esa dejadez. ¿Sabes que el no cambiar el líquido de frenos puede averiarte el costoso sistema ABS de tu moto?

 

 

Una consecuencia más importante si cabe como decíamos de un correcto mantenimiento preventivo es que la seguridad vial de nuestra moto siga en perfecto estado. Aquí entran un montón de elementos, algunos en los que la gente hace bastante hincapié y otros que dejan más de lado aun siendo muy importante.

 

De igual forma que el aceite, la gente suele vigilar relativamente el estado de sus neumáticos. Quizás los utilicen un poco más allá de lo recomendable ya que hay que acordarse que también tiene fecha de caducidad aunque se encuentren lejos de las marcas de desgaste.

 

Pero otras partes son las gran olvidadas. Los amortiguadores, los pobres, nadie se acuerda de ellos. El fabricante recomienda revisarlos cada 40.000 km. Para ello hay talleres especializados que disponen de máquinas de diagnóstico que nos pueden decir su estado y mejorarlos con una puesta a punto. Aunque hay que pensar que con 100.000 km ya habrán llegado probablemente al final de su vida útil si los hemos usado de forma normal. Si solemos hacer viajes largos y llevar la moto muy cargada, o con pasajero, o atravesamos frecuentemente zonas sin asfaltar habrá que adelantar esta revisión, y en su caso, sustitución.

 

Los frenos también merecen nuestra atención, pero no solo las pastillas. Los conductos, latiguillos, se deforman. Los discos de freno se gastan con el uso y cuando el grosor llega a un mínimo habrá que proceder a cambiar el conjunto entero de disco y pastilla para que sigamos teniendo un alto grado de seguridad.

 

El KIT de trasmisión en un conjunto que en cualquier moto merece una especial atención, y no sólo nos referimos a comprobar su tensado, una escasa limpieza y falta de engrase, obligarán a cambiarlo más frecuentemente de lo habitual, estimado en unos 25.000 kilómetros.

 

El cambio de las luces, mantener los faros transparentes y sin humedades son otros elementos a los que debemos prestar atención.

 

La pregunta es: ¿cuánto cuesta el mantenimiento preventivo en una moto?
¡Siempre será mucho más barato que las consecuencias de no hacerlo!